Hubo un
tiempo en que quise dedicarme a la fotografía, incluso tuve un cuarto oscuro en
la casa de mis padres, donde hacía mis propios revelados. Esa etapa terminó
para mí, pero me quedan valiosas fotografías que han retratado personajes e
historias convertidas ahora en parte del archivo de mi vida.
Ahora vuelvo a este tema motivada por la Bienal deFotografía de Lima. La instalación de la fotógrafa Sonia Cunliffe “Un hombre y
una mujer ” en la galería de Euroidiomas en
Miraflores. Esta muestra viene acompañada por un lindo catálogo en
miniatura con algunas de las fotos/postales que acompañan la muestra de la
colección y archivo de Jorge Bustamante. La muestra cuenta una historia de amor
y deseo entre un fotógrafo-voyeur, César, y Paquita, su enamorada y amante. La
ruptura de ambos, por el matrimonio de Paquita, y el reencuentro en la vejez,
reanuda el placer del encuentro clandestino con la misma fuerza de
sus primeras citas, aunque ambos con un cuerpo menos brillante y joven. Los
negativos y las fotografías en miniatura tienen como soporte un catre al que se
han superpuesto lupas para que todos los mirones las husmeemos una por una.
Así, con calma y con zozobra ante la sorpresa que emerge detrás de ellas.
Deseo y transgresión son dos palabras que podrían
resumir esta muestra que retoma su vigor a partir del rescate de fotografías
antiguas, en blanco y negro o sepia. Al exhibir estas fotos del primer tercio
del siglo pasado, se actualizan el erotismo y la cercanía de la piel a través
de los cuales se vive el goce de mirar y ser mirado: “Mírame que te estoy
mirando”, le escribe César a Paquita en 1927 cuando su piel ya mostraba
asperezas. Son cuerpos de otra forma y de otra belleza, marcados por la
experiencia de una vida congelada por estas fotografías que irradían una
extraña atracción, que nos acercan a nuestros más íntimos deseos y miedos.
Vidas anónimas que gozan y ¡vaya que están gozando después de casi un siglo! y,
ahora, bajo nuestra mirada. Vamos de un catre a otro, saltamos de golpe en el
tiempo: de la lozanía a la decrepitud. Ellos fueron muy astutos, comprendieron
que el sexo y el placer están más allá de los mandatos que pretenden gobernar nuestros
cuerpos. Si algo tienen de obscenos es la impudicia al mostrarse en su plena
desnudez.
¿Cómo es el amor y el sexo en la vejez? Llenos de
prejuicios pensábamos que nuestros abuelitos se sentaban a ver la televisión o
a hacer el bordado. En estas imágenes está ampliamente detallado aquello que no
se nos deja ver, pero que esta pareja ha decidido documentar a manera de
fetiche, de motivación voyerista de su propio placer. Estas fotografías exponen
la desnudez en todo su esplendor: con sus surcos, sus caídas y sus vestusteces.
La carne se exhibe grotesca y abiertamente, sin maquillaje ni photoshop. Sin
embargo, no nos engañemos, también hay un teatro en todo esto, el teatro del
fetichista que ha querido registrar exhaustivamente el escenario de su propia
sexualidad y sus rituales, sus cartas y sus dibujos eróticos.
Acostumbrados al consumo pornográfico y a la venta de
cuerpos sanos y bellos, esta muestra nos invita vernos a nosotros mismos y
hurgar en lo encorsetado de nuestro propio deseo. Susana Torres ha escrito en
el catálogo: “Lo perturbador no está en el acto sexual desde lo vetusto, sino
en la del acto fotográfico que lo prolonga hacia esa zona de nuestra libido en
que nunca caduca el deseo”. La suscribo plenamente.
Esta columna fue publicada hoy domingo 22 de abril de 2012 en el Semanario Siete
Como dejó escrito misteriosamente Jorge Bustamante en una muestra, yo te digo que "tengo la otra mitad", http://www.museoerotico.com.ar/esp/fetichismo.htm
ResponderEliminarAjá! Habrá que explorar el acertijo!
EliminarGracias por comentar,
victoria
Interesante Vicky, esta exposición es una de las que me ha gustado en la Bienal porque me ha hecho replatear el tema de la sexualidad desde la vejez, con todo lo que ello significa: otros cuerpos, otros gestos, etc....Habrá que ver la otra mitad!!
ResponderEliminarUrsula, gracias por entrar al blog. Esa muestra me encantó. Te hace pensar en muchas cosas!
ResponderEliminar